2. Eye tracking le permite cuantificar el comportamiento visual
Esto significa que puede calcular exactamente cuándo, dónde y durante cuánto tiempo mira alguien a una zona determinada. Dependiendo del Eye tracker, la localización de la mirada puede determinarse con una resolución de un píxel, y el tiempo, con una resolución de milisegundos. También es posible calcular el orden de las fijaciones: por ejemplo, el participante miró primero la partitura durante 200 ms, después el piano durante 160 ms y, por último, su mano derecha durante 400 ms. Esto hace que los datos sean mucho más precisos. Esto hace que los datos sean mucho más precisos y potentes.
Eye tracking dispone de una variedad de métricas fáciles de usar, como la duración total de la fijación o el recuento de fijaciones. Dependiendo de la frecuencia de muestreo, también puede calcular la amplitud y la velocidad de las sacadas, no solo para comprender la atención general, sino también cómo mueven los ojos los participantes cuando buscan información.
Además, el comportamiento visual es en sí mismo un buen indicador de determinados conceptos cognitivos y fisiológicos. Al calcular los cambios en el diámetro de las pupilas, se puede comprender el procesamiento cognitivo, el interés, la excitación o la fatiga del participante. Por último, las herramientas cualitativas, como los mapas de calor y los gráficos de mirada, contribuyen a la comprensión holística general del comportamiento visual.