Por qué son útiles la entrevista RTA y el eye tracking
Si preguntamos a diez investigadores cuál es el resultado más valioso del eye tracking, probablemente obtendremos diez respuestas diferentes. Mapas de calor o métricas de compromiso o zonas de impacto o puntos de referencia de visibilidad: la variedad de vías para pasar de los datos brutos a las conclusiones prácticas es casi infinita. Y, sin embargo, hay una gran ventaja que rara vez se menciona: la posibilidad de mejorar los resultados de las entrevistas cualitativas. La mayoría de los informes de investigación que se leen en el campo del eye tracking se centran en los datos de fijación, esas prácticas coordenadas X e Y que nos permiten construir una comprensión agregada cuantificada de la experiencia visual. El valor de este tipo de resultados está fuera de toda duda, pero también merece la pena considerar cómo pueden utilizarse los datos de atención para mejorar metodologías más subjetivas, basadas en la percepción y desordenadas.
Los dos dilemas del moderador cualitativo
El dilema de la entrevista tradicional: Si es usted un moderador cualitativo que realiza un estudio, su trabajo consiste en obtener información veraz y precisa para responder a preguntas críticas sobre un tema de interés. No parece tan difícil -hablar con personas normales sobre sus pensamientos, experiencias y motivaciones-, pero en realidad es increíblemente difícil, sobre todo porque las personas son difíciles. Los entrevistados pueden ser olvidadizos. Pueden ser parciales. Pueden estar ansiosos por complacer y no ser conscientes de sus puntos ciegos, e incluso a veces pueden faltar a la verdad sin darse cuenta. Todos estos escollos naturales de la investigación cualitativa dificultan la recopilación de datos precisos, sobre todo cuando la entrevista suele estar muy alejada del contexto que se pide al entrevistado que comente (por ejemplo, sentado en una sala de grupos de discusión anodina y gris topo intentando describir vívidamente la experiencia de llenar el carro en el supermercado).
El dilema de pensar en voz alta: Parte del dilema descrito anteriormente se ha resuelto incorporando el protocolo de entrevista "Pensar en voz alta", en el que el moderador obtiene información en tiempo real mientras los entrevistados realizan las actividades sobre las que se les pregunta (por ejemplo, abandonar el grupo de discusión y preguntar al comprador qué está haciendo mientras hace la compra). Este tipo de entrevista simultánea reduce los olvidos y capta información contextual más detallada, pero tiene un inconveniente importante. El efecto observador es un concepto de la física que sugiere que el mero hecho de observar un fenómeno cambia el fenómeno observado. Es cierto que la investigación cualitativa está muy lejos de la física, pero el efecto observador es una consideración adecuada en este caso. Para un participante, el acto de verbalizar una experiencia a un moderador durante una tarea (es decir, pensar en voz alta) siempre hará que la tarea observada sea menos natural. Así que, en efecto, esta técnica cambia el comportamiento de interés y, al mismo tiempo, capta los comentarios sobre ese comportamiento modificado de forma no natural. Obviamente, esto no es lo ideal para obtener resultados que puedan presentarse a una revista o utilizarse para fundamentar decisiones empresariales críticas.