Dado que el nivel simbólico es tan frecuente en química, el campo se ha centrado durante mucho tiempo en la investigación de las interacciones de los estudiantes con las visualizaciones en los materiales didácticos, incluyendo libros de texto, sistemas de tareas en línea y recursos electrónicos como animaciones y simulaciones. Los investigadores en educación química también investigan áreas menos centradas en lo visual, como las estrategias de resolución de problemas de los estudiantes, la comprensión conceptual y el impacto de dominios afectivos como la autoeficacia y la motivación en el éxito de los estudiantes.
Eye tracking en la investigación en educación química
Para estudiar estas cuestiones, el CER suele tomar prestadas técnicas de investigación de la psicología y otras ciencias sociales. En el pasado, estas preguntas de investigación se respondían a través de medios menos directos, como entrevistas, encuestas y protocolos de observación o pruebas de rendimiento. La introducción del eye tracking ha permitido realizar mediciones más directas y cuantitativas del comportamiento de los alumnos, y se ha adoptado ampliamente en la RCE durante la última década. El eye tracking se presta especialmente a investigar el uso que hacen los alumnos de las visualizaciones y los materiales didácticos, pero también se ha aplicado al estudio de temas como las prácticas de resolución de problemas.
Uno de los primeros usos del eye tracking en el campo de la RCE fue mi propia investigación sobre cómo ven los estudiantes las animaciones de interacciones entre partículas, en comparación con cómo las ven los expertos. La bibliografía anterior, que utilizaba pruebas de rendimiento de los alumnos y protocolos de entrevistas, había demostrado que estas animaciones no mejoraban el rendimiento de los alumnos en el aula, a pesar de que los expertos (profesores de aula) fomentaban su uso para ayudar a los alumnos a comprender el movimiento y la interacción de las partículas El eye tracking nos permitió investigar de dónde procedía esta desconexión, y fue capaz de ayudar a mostrar a los profesores de aula que sus alumnos literalmente no estaban viendo lo que veían los propios expertos: se centraban en el área totalmente equivocada de las animaciones. La tecnología Eye tracking nos permitió resolver este problema probando pequeños cambios en las animaciones, como resaltar las partículas de interés para atraer la atención visual, y mejorar el rendimiento y la comprensión conceptual de los estudiantes.