Mientras que algunos individuos destacan como lectores rápidos y competentes, otros pueden tener dificultades, especialmente los que padecen dislexia, un trastorno del aprendizaje que afecta a la capacidad de una persona para leer, escribir y deletrear, y que a menudo persiste en la edad adulta. Los estudios de Eye tracking demuestran que los niños y adultos con dislexia suelen tardar más tiempo en escanear las palabras, mueven los ojos a distancias más cortas y muestran menos comportamientos de omisión de palabras mientras leen. Estos patrones pueden indicar dificultades para comprender y acceder rápidamente a las palabras en sus mentes, principalmente cuando los individuos pasan más tiempo fijándose en las palabras iniciales de cada línea, lo que sugiere un mayor esfuerzo para comprenderlas (Franzen et al., 2021 ).
Los niños diagnosticados de dislexia suelen necesitar técnicas de aprendizaje especializadas para gestionar eficazmente sus dificultades de lectura. El diagnóstico suele implicar la realización de evaluaciones, que pueden ser escritas u orales. La incorporación del eye tracking a estas evaluaciones ayuda a crear una representación visual de las características clave de la lectura, lo que permite a los especialistas identificar y abordar las dificultades de lectura en una fase temprana del proceso de aprendizaje. Más información sobre las soluciones de evaluación de la dislexia basadas en el Eye tracking desarrolladas en colaboración con Lexplore .
Se ha demostrado que el eye tracking es una potente tecnología que ofrece un medio no invasivo para evaluar la salud del cerebro en las distintas etapas de la vida. Desde la infancia hasta la edad adulta, los movimientos oculares proporcionan información valiosa sobre trastornos del neurodesarrollo como el TDAH y el autismo, así como enfermedades relacionadas con la edad como el Parkinson y el Alzheimer. Además, el eye tracking ayuda a diagnosticar problemas específicos de aprendizaje como la dislexia, lo que pone de relieve su versatilidad para abordar una amplia gama de deficiencias cognitivas.
Al aprovechar la intrincada conexión entre los ojos y el cerebro, los investigadores y los profesionales de la Salud están revolucionando la detección precoz, el seguimiento y la evaluación del tratamiento de los trastornos cerebrales, mejorando en última instancia la calidad de vida de las personas en todo el mundo.