Lo creamos o no, no vemos la vida como una escena en continuo movimiento, sino que procesamos fragmentos de información que recogemos cuando nuestros ojos se fijan en un punto, y nuestro cerebro rellena los huecos. Sorprendentemente, las personas acostumbradas a trabajar en entornos extremadamente rápidos son capaces de entrenar su cerebro para procesar estos fragmentos más rápido que la media. En el caso de Nico, cuando el semáforo de la carrera cambió de rojo a verde, la reacción de Nico fue de menos de una décima de segundo. Una reacción tan rápida en atletismo se consideraría tan improbable que se consideraría una salida en falso.
Al acercarse a la curva, se concentra en el vértice y siente la velocidad del coche para calcular lo rápido que puede ir sin salirse de la pista. De hecho, dedica varios segundos de su atención a fijarse en el vértice mientras toma la curva, la clave para conseguir un buen tiempo por vuelta.
Aunque pasan muchas cosas en el habitáculo, Nico apenas mira los botones. Como puede ver el cuentarrevoluciones y la pantalla del salpicadero desde su visión periférica, puede absorber esa información sin desviar específicamente su atención de la carretera. Cuando se acerca al pit lane, busca la señal de boxes en blanco y negro y pulsa automáticamente el botón verde de punto muerto con el dedo. Del mismo modo, cuando entra en la pista, su mirada busca el guante a rayas del mecánico de delante a la izquierda, que le indica que se detenga.
Cómo se utiliza el eye tracking para comprender el rendimiento deportivo
Incluso siendo un profesional que lleva más de una década compitiendo en la pista, Nico no era consciente de hacia dónde miraba exactamente en el calor del momento hasta que se identificó con el eye tracking y se desglosó fotograma a fotograma a partir de la reproducción del vídeo.
La investigación del eye tracking se ha abierto camino en muchos otros deportes de alto nivel de todo el mundo, ya que los entrenadores buscan desarrollar una ventaja competitiva en sus jugadores. Un segmento de ESPN Sport Science exploró el uso de la tecnología eye tracking en la NFL estadounidense, para observar cómo los jugadores de élite procesan numerosas tareas durante periodos de juego rápido.
Sammie Coates, receptor de los Cleveland Browns, utilizó las Pro Glasses de Tobii mientras corría, atrapaba y esquivaba en un experimento controlado de ritmo rápido. Demostró que su cerebro, al igual que el de Nico, se había adaptado para facilitar un procesamiento más rápido de la información. De hecho, fue capaz de realizar estas tres acciones un 13% más rápido que la media. Por este motivo, el eye tracking es una valiosa herramienta que se utiliza habitualmente en el deporte como método de investigación para mejorar el rendimiento y el entrenamiento .